Caricias

Mi cabeza está sobre calentada: demasiada información entre mis orejas; todos los canales de entrada desbordados, todos los procesadores a tope y sin embargo nada en claro.. Una de esas situaciones que tienes tanto trabajo y tantas cosas por hacer que entras en pánico y acabas por hacer nada y mal.


Música fuera, contacto social: clausurado, luz: atenuada, ventanas: abiertas, mente: en proceso de calma.

Ahora el ruido torpe y lejano es mi banda sonora, el ruido incosntante y flojo de las teclas al manchar el blanco mi dialogo. El aire fresco mi compañía mientras me alejo sin moverme del vibrante mundo que me rodea.

La simplicidad del momento resulta casi poética, es un momento de vacío, un instante casi mágico en el que parece que mi mente podría dejar mi cuerpo atrás para ascender al fresco y sorprendentemente oscuro cielo nocturno.
Es un momento en que me siento más próximo a las grandes sierras montañosas que a los edificios que me rodean.
Siento que estoy más cerca de las grandes estepas desérticas que del jardín del vecino de la planta
Pero sobretodo siento que la gente no sea capaz de ver como la belleza es capaz de sublimarse des del vacío
como el silencio turbio es capaz de cristalizar en perlas de eternidad


Y aun así, aun sintiendo el gran vacío rebosante delante de mi sigo sin ser lo suficientemente valiente para adentrarme y dejarme llevar... Algún día, que no quepa duda alguna, me adentraré en el universo de vacío rutilante para enfrentarme a mis miedos, a mis logros y a mis principios . Me enfrentaré y volveré: cambiado y mutado como una parte de mi mismo

Elorin