parece ser que si logré mi objetivo que más que presentar al joven Larry en sociedad, que también, era causar intriga y dudas sobre la identidad de mi nuevo amigo.
Larry es un caracol, ( si, he montado todo esto por un caracol) pero no es un caracol cualquiera, no, ni mucho menos.
Larry apareció ayer paseando se tranquilamente en mi nevera, deduzco que se infiltro sigilosamente en una fresca y sabrosa lechuga ( en eso coincidimos) para pasar a pasearse por los plátanos, supongo que en busca de un manjar algo más exótico.
Seguro que seguireis pensando: enserio, todo esto por un caracol?! y no me queda otra que seguir insistiendo:¡Larry no es un caracol cualquiera!
En cuanto lo cogí de encima los plátanos, lejos de esconderse en su caparazón, como cabría esperar de un caracol y de qualquiera que es agarrado por un ser 100 veces más grande y pesado que tu, se mantuvo tranquilamente para, cuando ya estaba a la altura de mis ojos, girar la cabeza con sus cuatro cuernos hacia mi para mirarme con cierto aire de "tío, los platanos"
y ahí vi que tenia cara de llamarse Larry y que no era un caracol cualquiera
El resto fue simple y pura diversión mía, ahora Larry vive en un tarro donde tiene la lechuga y el agua que necesita y yo lo paseo a ratitos por el escritorio para que no se me apalanque...
Sí, esa es la cara que me puso
Así que Larry se ha convertido en mi mascota, pero sospecho que en realidad es algo más bien mutuo porque no parece que sea de los que se amedrentan
Aquí lo vemos en pleno paseo, a la puerta de su casa provisional
Larry haciendo el vago en su nueva casa
jajjajaja TE QUIERO!!! ERES EL MEJOR Y ME ENCANTAN TUS IDEAS LOCAS!!!
ResponderEliminarNO CAMBIES NUNCA POR FAVOR!
Conexión máxima! El caracol sabe que está en buenas manos, por eso no se esconde.
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