lunes, 31 de marzo de 2014

Escribagando

Escribir porque si, expresarse  porque si, sin decir nada o mejor aun  expresando la expresión,

Ir aporreando las teclas casi al azar y que las palabras  aparezcan por  pura casualidad y esperar que lo que salga tenga sentido y, más aún , tenga significado, algo más allá de "simples" palabras encadenadas.

Esperas, cada vez que te pones a este lado del papel,  poder crear un trocito de magia. Ser capaz de trenzar palabras con el papel y que lo que de ahí salga sea algo con el poder de tocar el alma de quien lo lea o quizás de compartir,  que una frase esté tan bien concebida que sea la llave de la empatía

Y sin embargo, y quien guste de este arte me entenderá, muchas de las veces nos somos capaces. Cuando lo consigues pasas a ser adicto a ese sentimiento, si alguna vez emocionaste a alguien con una frase,  eso dejó una huella en tu alma que difícilmente se llegue a borrar,  y es más que probablemente que vuelvas a intentarlo. Querrás comunicar y expresar y te frustrarás cuando algo en lo que te exprimiste en cuerpo y alma pase desapercibido mientras la gente valore  mucho algo que escribiste por cumplir o sin   esforzarte...

Acabo este pedestre artículo  recordando que nunca menospreciéis  el poder de las palabras y que las useis con  conocimiento de causa porque son tremendamente poderosas...

No hay comentarios:

Publicar un comentario